Capítulo 15 del Tao Te Ching
Los antiguos maestros eran profundos y sutiles. Su sabiduría era insondable. No hay forma de describirla; lo único que podemos describir es su presencia. Eran cautelosos como quien cruza un arroyo helado; alertas, como un guerrero en territorio enemigo; atentos, como un huésped; fluídos, como el hielo derritiéndose; modelables, como un leño. Receptivos, como...