El yoga tiene sus orígenes en la experiencia humana. Sus técnicas, con las que se pretende vivir una vida conscientemente espiritual, feliz y saludable, se han desarrollado a través de miles de años y a través de muchas generaciones.
El yoga empezó desde el momento en que el hombre descubrió que existía una forma consciente de vivir; seguramente una persona encontraría una pequeña técnica de masaje, meditación o ejercicio, que podía aliviar algún problema. El conocimiento entonces se volvería un recurso comunitario que todos podían practicar. Mucha de la vida comunitaria inicial se encontraba alrededor de estas fuentes de conocimiento.
Hubo periodos de la historia en los que, en regiones pequeñas y civilizaciones reducidas, diseñaban su vida alrededor de estos procedimientos y filosofía, utilizando estas técnicas, viviendo largo tiempo, con una vibaración libre de violencia y de enfermedad.
Se dice que las ciencias humanas del yoga han sido sistematizadas y usadas en sus formas evolucionadas desde hace 40.000 años, mucho antes de la etapa de la historia escrita.
El yoga era abiertamente enseñado e integrado en la vida diaria. No había ningún secreto, mantras privados o personalidades a quien dar culto; había solo hombres sabios reconocidos por su humildad, rectitud y efectividad. Estos hombres rehusaban ser elevados por encima de las masas. Cuando eran alabados ellos simplemente saludaban y daban alguna aclamación como respuesta a la gente.
Muchos de estos yoguis han sido aclamados por ser capaces de extender sus capacidades perceptivas más allá de los límites normales. Aparte de vivir una vida larga y de padecer pocas enfermedades, ellos tenían una habilidad natural para curar y aceptaban los fenómenos parapsíquicos como normales; ellos explicaban las enfermedades del hombre y la salud en términos de la energía básica de la vida y sus alteraciones. Veían al hombre como una unidad organizada de energía que podía sentir, recibir y transmutar el espectro entero de las energías que interactúan y permanecen en el cosmos. Cuando ellos miraban el cuerpo de una persona, veían que era como un cúmulo de energía o aura reflejo de los cuerpos de energía más sutiles del hombre.
Desde esta perspectiva del conocimiento , producto de la observación directa, ellos diseñaron más técnicas de meditación y sanación. Su actividad no era una actividad mística o fundada en algo inexistente, si no que su trabajo estaba basado en observaciones tangibles y reales de la actividad de la energía y las consecuencias en el individuo de los diferentes estados del equilibrio de su energía.
En esta época de gran conocimiento, eran practicadas tres formas de yoga: Kundalini Yoga, Laya Yoga y Tantra Yoga.
Se practicaban las tres en un conjunto y eran enseñadas abiertamente.
El Kundalini Yoga consistía en ejercicios y meditaciones para curar y expandir la capacidad del ser; podía ser practicado individualmente.
Laya Yoga era la técnica para alteral la conciencia y la salud total, por el uso del sonido y del ritmo; podía ser practica individualmente pero se conseguían mayores efectos cuando era practicada por un grupo grande y coordinado. Algunas meditaciones sólo podían hacerse en grupo.
El Tantra Yoga era siempre practicado en parejas de hombre y mujer y limpiaban el subconsciente de todo tipo de fobias y problemas psicológicos; era practicado solamente bajo la guía de una persona llamada Mahan Tantric. Esta era la técnica exotérica y más difícil de todas. Todos los yogas se dirigían hacia la regulación y la estimulación de la energía en el hombre, que era considerada esencia preciosa de la consciencia; esto era imprescindible para que el sistema nervioso evolucionara y trabajara a su capacidad máxima; esta energía era llamada Kundalini.
En esta época, al principio de la evolución del yoga, cada estudiante de yoga trabajaba en todos los aspectos de sí mismo, desarrollando el físico y disciplinando lo mental, analizaba y discutía el mundo intelectualmente, etc, pero todo esto siendo consciente de las energías de su ser.
El yoga era íntegro, estaba presente en cada nivel de la existencia humana, desde los hábitos simples del comer y del dormir, hasta las complejidades de las relaciones interpersonales y de las prácticas religiosas.
Con el paso del tiempo, las técnicas se dividieron. Según las diferentes necesidades de sus personalidades los individuos escogieron enfatizar y practicar componentes separados del sistema yogui total. Algunos prefirieron actividad física rápida, otros trabajo físico lento, otros diálogo intelectual. . . Fundamentalmente el yoga era practicado para equilibrar los rasgos de la personalidad de cada uno y coordinarlos para acentuar los talentos y virtudes individuales y las cualidades personales. Así la gente ignoró el sistema total y empezó a practicar partes de él. Algunos hicieron mantras y meditación sin el control de la respiración, otros escogieron ejercicios sin mantras. De la unidad inicial del yoga para crear una unidad dentro del ser, se empezó a crear una división de técnicas que empezaron a perder poder y efectividad. Esto llevó finalmente al reconocimiento de 22 diferentes escuelas de yoga, que eran estudiadas en secuencia. Esta progresión se estandarizó y el concepto de etapas en la práctica del yoga fue introducido para tratar de recuperar el poder de las técnicas unificadas originales.