El Sadhu y la Sadhana

El Sadhu y la Sadhana

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Sadhana
El comienzo del progreso espiritual y el equilibrio
mental es conocido como Sadhana. La sadhana es la práctica diaria que hace una
persona, en este caso el sadhu, para corregir su mente y ejercitar su cuerpo
hasta introducirlos en una disciplina para así poder expresar el infinito
dentro de uno mismo.
Cada mañana despiertas y dedicas un tiempo a tu
práctica diaria de meditación. También, antes de meditar, puedes hacer algunos
ejercicios de yoga y pranayama para que tu cuerpo no se sienta tan frío a la
hora de la meditación.
¿Por qué es necesario seguir una disciplina diaria? Si
quieres conseguir algo, sea en el ámbito que sea: en los estudios, en el gimnasio,
en una modalidad deportiva, en este caso, en la meditación, has de practicarlo
diariamente por varios motivos:
1.            
Sólo con la práctica diaria se puede progresar.
2.            
A través de esta disciplina mental, lograrás deshacerte
de un mal hábito para sustituirlo por uno más positivo.
3.            
Poco a poco irás introduciendo el mensaje en tu mente
de que la disciplina es un buen hábito para acostumbrarse y aprender a
controlar los pensamientos fluctuantes de tu mente.
Aspectos importantes
de la sadhana:
La sadhana se hace antes del amanecer
Habitualmente la
Sadhana se
practica antes de que salga el sol, ya que la psicosfera está menos cargada de
pensamientos y tu aura y su irradiación prevalecen más en este momento que en
cualquier otro.
Es cierto que hay personas que por causas mayores, ya
sea por trabajo u otro tipo de causa, no pueden ejercer su sadhana en las horas
ambrosiales del día. Es por ello que lo hacen por la tarde o incluso antes de
irse a dormir.
El ritmo
El seguir el ritmo circular del sol crea ritmo en tu
vida y el día entero fluye mejor.
Meditación
Tomar una meditación como Sadhana ayuda a limpiar el
subconsciente de miedos y libera nuevas reservas de conciencia y energía para
que estas puedan guiarte.
A través de la meditación, la mente expulsa las nubes
del miedo y ve la luz y el poder de la conciencia creativa. Por tanto, la
meditación de la mañana limpia las ansiedades y proyecciones de manera diaria
para que ningún miedo subconsciente sea acumulado.
Cuarentena
Tras 40 días o un año y medio de Sadhana, la
conciencia empieza a filtrarse en las partes más profundas de la mente. Los
esfuerzos han echado raíces y se consolidan. La mente subconsciente recibe el
mensaje. El subconsciente acepta el hábito de la Sadhana.
Radhana (Actitud)
Cuando la
Sadhanna se
convierte en Radhana, no hay otro sentimiento en ti, excepto que es una
actividad positiva. Has conseguido establecer un canal para conectar tu Mente
Superior con la
Mente del
Ser Universal.
Durante este periodo, la mente es más activa en la
limpieza de su subconsciente.
Prabhupaty (Maestría)
Una vez que Radhana ha eliminado los miedos y
confirmado la motivación, entras en el estado de Prabupati, o “Maestría de
Dios”. Esta fase también es conocida como estado de neutralidad. En él, dejas
de estar manipulado por las cosas, nada te motiva salvo la existencia infinita
misma.
Este estado representa la apertura y entonación con el
superconsciente. Es decir, que la mente consciente se ha fusionado con la mente
subconsciente y no hay ningún conflicto en la personalidad; el individuo obtiene
la capacidad de perdonar lo imperdonable y esto hace que vaya más allá de las
leyes del tiempo y la polaridad hasta llegar al estado de la compasión.
La compasión es la virtud más alta y en actos de
compasión, una especie de vacío, es creado, debido a que la ley de la acción y
la reacción ha sido trascendida.
Niño buda de Nepal

Tipos de sadhu



Hay distintas
doctrinas y órdenes
, según la divinidad
que centre su atención y otras costumbres. Algunos de los “tipos” de sadhus
son:

Naga Sadhus:


Dicen que su origen se pierde en
la noche de los tiempos y que ya existían en la prehistoria.

Desnudos y con el cuerpo
embadurnado de vibhuti, o ceniza sagrada, los naga sadhus constituyen una de
las sectas hindúes más curiosas y menos conocidas. Se dice que pasan la mayor
parte de sus vidas en pleno Himalaya, donde viven al margen de la sociedad desde el
momento en que deciden convertirse en ascetas.
 Suelen tener un aspecto
agresivo e imponente. Destacan por su aspecto robusto, por ir prácticamente
desnudos (eso significa “naga”) y sus barbas y melenas enmarañadas.  En origen eran
guerreros que defendían a los hindúes de la invasión musulmana.
Algunos de ellos fueron
entregados por sus padres a un gurú que, tras adoctrinarles y utilizarles como
esclavos durante años, les permitió convertirse a su vez en maestros. Otros por
sí mismos decidieron abandonar el
mundo material y renacer en el espiritual
. Tanto es así, que los hay que celebran su propio
funeral y se deshacen de todos sus bienes y documentos. El Estado indio, que
reconoce la muerte legal –aunque no física- de los sadhus, dejará en ese
momento de considerarles ciudadanos de este mundo. Ha muerto un hombre y ha nacido un sadhu.

A partir de la conversión, el
naga sadhu consagrará su existencia a adorar a Shiva, a
meditar y a perfeccionarse como guerrero asceta. El celibato, más fácil de
llevar gracias a las pipas de
hachís
 que fuman continuamente,
les servirá para concentrar su energía y buscar la ‘iluminación’. Para un naga
sadhu, tener un hijo supondría una catástrofe, pues alargaría el ciclo de
reencarnaciones del que quieren escapar.

Como buenos guerreros de Shiva,
los naga se organizan en akharas, equivalentes a regimientos que siguen las
órdenes de un jefe. En las celebraciones religiosas masivas -como el Kumbha Mela– se producen a veces verdaderas batallas campales
entre sectas o facciones de sadhus, y es entonces cuando entran en acción las
espadas, las lanzas o los tridentes que normalmente portan sólo como símbolos
religiosos.

La organización dentro de la
secta es extremadamente rígida y tiene forma piramidal, aunque han surgido
escisiones en el seno de los naga que han dado lugar a nuevas sectas. Los
aproximadamente 250.000 sadhus que tiene la secta Juna,
por ejemplo, sólo prestan obediencia ciega a Soham
Baba
, su
mahamandalesvara, o gran jefe, y son capaces de pelear hasta la muerte contra
los seguidores de una secta rival.

«Es un mundo complejo, muy primitivo y poco conocido. Los naga siempre han despertado entre la gente una
mezcla de fascinación y temor, y todavía hay quien piensa que efectivamente son
muertos cuyo cuerpo está ocupado por el espíritu de Shiva y, como tales, hay
que respetarlos», dice el antropólogo indio Anil Bhose.

Las historias sobre los sadhus
centenarios que subsisten en los profundos bosques del Himalaya practicando el yoga y ayunando durante meses pueden ser sólo leyenda. Pero se sabe que el carácter guerrero de los
nagas les llevó a plantar batalla a los
musulmanes que invadieron la India en el siglo XII, y más tarde a los
británicos. Con su empeño por mantenerse al margen de la sociedad y del mundo
material, se diría que los naga sadhus están resistiéndose a perder la guerra
contra una nueva invasión: la de la modernidad.
Dandis

 Son de origen brahman y
grandes sabios. Se dedican a la meditación y conocen muy bien las escrituras.
Suelen ir ataviados de un “danda”, un cayado de bambú del que no pueden separarse.

Aghoris
 A diferencia del resto de
órdenes sadhus, los aghoris no evitan el contacto con todo lo considerado
impuro, sino que lo han convertido en su razón de ser.
Los Aghori son una secta Hindú,
que se ubican en la India, Nepal y Sudeste de Asia. Ellos sostienen que las
personas que practican el canibalismo tienen poderes mágicos, vida eterna, y
pueden relevar el dolor.
Muchos hindúes los califican como
“no hindúes” por tener rituales de
canibalismo. Sin embargo, los Aghoris, a diferencia de otros grupos que
practican el canibalismo, no matan humanos para comer, sino que comen carne
humana de personas ya fallecidas. Por esto, a los Aghoris se los tilda de
inofensivos.

El término sánscrito Aghora es la combinación entre dos palabras y tiene
distintos significados: A es una negación; Ghora es la oscuridad de la
ignorancia, pero también significa intenso, profundo. Aghora significa, por lo
tanto, la luz, la ausencia de la oscuridad, la toma de conciencia, pero también
simboliza un estilo de vida donde un discípulo de la tradición de Aghori no
tiene sentimientos intensos o profundos, no hace diferencia entre los diversos
sentimientos, parece ser indiferentes a las diversas historias de la vida. 

Los Aghoris siguen a Lord Shiva y
otros a Lord Kali (Kali es el nombre
de su divina madre con quien se mantienen en contacto mediante rituales con
cadáveres humanos, los cuales son tan sagrados como cualquier otra cosa en sus
vidas) y sostienen que pueden parar el renacimiento humano en la tierra.

Los principios rectores para un sadhu son la renuncia
y la disciplina
. Han sacrificado
toda su vida material, su familia, los placeres de la vida, para dedicarse por
completo a la práctica de lo sagrado: el yoga y el control de su propio cuerpo,
la meditación, rituales de distinto tipo, penitencias (en algunos casos de lo
más excéntrico)…

Por eso el verdadero sadhu es considerado un hombre santo y despierta todo el
respeto y la admiración en India, lo que permite que puedan vivir de la
limosna.
No obstante, hay excepciones. A veces no son más que vagabundos o personas que
malviven en la calle… y en algún caso es posible encontrar a quien encubre otro
tipo de propósitos o prácticas bajo la apariencia de “sadhu”, como disfrazarse
de atracción turística para conseguir unas rupias


Sadhvis: las mujeres santas de la
India


Al contrario que muchos Sādhus, jóvenes y de sexo
masculino, las mujeres jóvenes y hermosas no
suelen verse en comunidad. Cerca del diez
por ciento de los Sādhus son mujeres, llamadas sadhvis, pero la
mayor parte de ellas son de avanzada edad, pues se
convirtien en sadhvis después de enviudar.
Esto refleja la posición de la mujer, generalmente
subordinada en la sociedad india e incluso la
posición más marginal aún de las viudas, la creencia
popular es que las mujeres tienen que nacer otra vez como hombres
antes de que puedan liberarse espiritualmente.
Sobhna Giri
pertenece al Juna Akhara. Se
incorporó a la vida de Sādhu siendo aún una niña y comprometiéndose
de esta forma para siempre con el celibato y
otras prácticas ascéticas.
Sadhvis de Juna Akhara
Elegir la vida de Sādhu era, y es todavía,
casi la única manera respetable de escapar a la
“muerte en
vida” de la viudez.
Sin embargo, desde tiempos inmemoriales
siempre ha habido Sādhus femeninas, y como los hombres, algunas
han elegido la vida de Sādhu en sus adolescencias,
convencidas como estaban de su predestinación
espiritual.
Muchas sectas no admiten a mujeres porque los célibes
temen sus “influencias corruptoras”; algunas sectas son
mixtas, pero en ese caso las mujeres Sādhus viven en
espacios separados; en algunas subsectas de menor importancia
todas son mujeres.
Aunque en términos generales su posición en la
jerarquía espiritual es inferior a la de los hombres, ha habido siempre grandes
santas y las mujeres sādhus se tratan con mucho respecto, por ejemplo se dirigen
a ellas como “Mataji,” “venerable
madre”, Mahadevi.
Hace tiempo, las sadhvis también
vagaban desnudas.
Una famosa santa  y poetisa que vivió en el siglo XII,
vagaba cubierta únicamente con
sus largas trenzas. Mahadevi (gran diosa) tal como la
llamaron, o Akka (hermana mayor) se enamoróde Shiva.A
los diez años, la iniciaron en la adoración de Shiva,
que ella llamaba “el Señor Blanco como
el jazmín”.
Permanecióvagando, como una mujersalvaje, como una
diosa intoxicada, buscando por todas
partes su amante
divino.
La desnudez ritual debió haber sido rara en los días
de Mahadevi, pues provocaba atenciones
incómodas de los hombres, que de vez en
cuando intentaban molestarla.
Pero la práctica no desapareció nunca completamente.
Hace cienaños, el antropólogo John Omán se encontró con una Sadhvi desnuda.

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