Mi experiencia

Cuando comencé a hacer yoga y me enseñaron a meditar, al principio pensé lo que el resto de los principiantes: “Esto es imposible y me duele todo el cuerpo”.

Mi profesor decía: “Siéntate con la espalda recta, cierra los ojos y no desarrolles ningún pensamiento. En lugar de desarrollarlos, déjalos pasar como si fueran nubes arrastradas por el viento”.

Él también nos decía que el yoga era un modo de unirse con el infinito, ya que esto es lo que significa la palabra yoga: unir el finito, nosotros, con el infinito.

Pero cuando vas avanzando en la práctica, te das cuenta que esta definición va más allá, que el yoga es una forma de encontrar y conocer nuestro verdadero “Yo”, y esto solo se consigue cuando uno logra controlar su cuerpo, su respiración y sobre todo, su mente.

Cuando me hice profesora de yoga y comencé a dar clases, me encontré con muchos alumnos a los que no les gustaba nada la meditación y solo querían hacer ejercicio. Yo imparto Kundalini Yoga, en el cual se enseña a ejercitar el cuerpo, relajarlo y meditar, y algunos alumnos pretendían suprimir la meditación.

Era en ese momento cuando tenía que explicarles la verdadera esencia del yoga, que en su día plasmó Patanjali en sus Yoga Sutras.

 

patanjali

Representación de Patanjali

Como he dicho antes, el fin del yoga es unirse con el Infinito o, lo que es lo mismo, alcanzar la Iluminación. Pero para ello hay que pasar y controlar las ocho fases que describe Patanjali.

PLANO MORAL:

-1) Las cinco Abstinencias o   “Yama”.

-2) Las cinco Disciplinas o “Niyama”.

PLANO PSICO-FÍSICO

-3) Posturas o “Asanas”

-4) Control de la respiración o “Pranayama”.

-5) Abstracción de los sentidos o “Pratyahara”.

PLANO MENTAL

-6) Concentración de un pensamiento en un solo

Punto o “Dharana”.

-7) Contemplación activa en la esencia del objeto o

“Dhyana”.

-8) Iluminación o “Samadhi”.

 

Aprender a controlar la mente, los pensamientos, y meditar, es muy difícil y es por ello que muchas personas tiran la toalla antes de intentarlo, sin darse cuenta que esta es una fase muy importante dentro del camino del yoga.

Aunque solo se practiquen ejercicios físicos, nuestra mente ha de estar totalmente centrada en lo que está ejecutando, en la postura, en el movimiento, si lo hay, y en la respiración. Por ello, siempre aconsejo a mis alumnos que incluso en las asanas (posturas yóguicas) mantengan su mente en un estado meditativo, porque, de este modo, una vez llegue el momento de la meditación, su mente y su cuerpo estarán más preparados.

Al principio siempre es costoso sentarse totalmente inmóvil, respirar y no pensar en nada. Pero no todas las meditaciones son así. Muchas de ellas utilizan mantras e incluso movimientos para ayudar al cuerpo y a la mente a relajarse y olvidarse del mundo que les rodea.

Este libro contiene todo tipo de meditaciones, desde meditaciones curativas, hasta las más espirituales.

A decir verdad, muchas de ellas tienen un carácter terapéutico, ya que si el cuerpo no está sano y desintoxicado, o la mente se encuentra en un estado depresivo, nos será muy difícil alcanzar un estado profundo de meditación. Un estado en el que no estarás dormido pero tampoco despierto. Un estado en el que no existen ni las preocupaciones ni el dolor, solo existes tú, el infinito, la felicidad y la sensación de sentirte completo y glorioso, y que tu espíritu se hará cada vez más grande y sabio a medida que aprendas y logres meditar, sin que la mente te controle a ti.

Hablando del espíritu y de la actividad fluctuante de la mente, el filósofo hindú Vivekânanda, dijo lo siguiente:

“El hombre real se mantiene detrás del espíritu; el espíritu es el instrumento entre sus manos; es su inteligencia la que se filtra a través del espíritu.

Solamente cuando ocupáis vuestro puesto detrás del espíritu, este se hace inteligente. Cuando el hombre abandona el espíritu, este cae en trozos y deja de ser. Comprended de este modo lo que se entiende por Chitta. Este es el contenido mental, y los Vrittis son las ondas y arrugas que se elevan sobre él cuando vienen a excitarlo causas exteriores. Estos Vrittis son nuestro universo. No podemos ver el fondo del lago cuando la superficie está cubierta de plieges. No podemos tener una idea del fondo más que cuando los pliegues desaparecen y la superficie queda en calma. Si el agua es fangosa o está continuamente agitada, el fondo no será visible. Si el agua es limpia y no hay olas, veremos el fondo. El fondo de este lago es nuestro auténtico Yo, el lago es Chitta, las ondas son Vrittis. . .”